En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: “¡Effetá!” (que quiere decir” ¡Ábrete!”). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: “¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Gracias por ayudarnos a entender con más claridad los mensajes tan bellos que nos dejó Jesús en cada uno de sus evangelios, ayer por cierto tuve ese momento de paz y tranquilidad junto a él fui para la iglesia en mi pueblo y participe en la exposición del Santísimo o hora Santa
Mi SEÑOR JESÚS ; Gracias por quedarte entre nosotros, siempre mi SEÑOR ,mi SALVADOR Gracias,Tu lo prometiste y lo cumples aquí estás entre nosotros por siempre.