Dios sacó al pueblo de Egipto, pero el pueblo tendrá que confiar en ese Dios de manera personal, pues ahora tendrán que recorrer un camino largo hacia la tierra prometida. Un camino que pasará por la aridez del desierto, el hambre, la incertidumbre, el miedo y la desconfianza. La liberación es un camino, camino que recorreremos ahora con la historia del cruce del mar rojo y las lecciones que podemos aprender de este evento.