Dios quiere dejar impreso, tanto en la mente de los Egipcios como en los corazones de los Israelitas que Él es el Señor, que con mano potente libera a su pueblo. La libertad requiere memoria, porque solo el que se acuerda de quien lo libera puede vivir plenamente ese don de libertad interior. La pascua será el memorial del pueblo de Israel que les recordará el poder de Dios delante del poder del mundo.