En los momentos más oscuros es cuando la luz de Dios brilla aún más fuerte, y cuando parece que se nos está acabando el tiempo, Dios desde toda la eternidad para el tiempo y empieza a trabajar. Veremos aquí a dos reyes con dos actitudes distintas: Acaz, quien confía en poderes políticos extranjeros y Esequías, quien busca al Señor en un momento donde todo se ve humanamente perdido. En medio de ellos está Isaías, profeta del Señor, cuya misión será guiarlos hacia la promesa definitiva por medio de signos potentes.