Reconocer que Dios es el Señor, implica que las criaturas no son dioses, ni siquiera las más buenas y queridas. Abraham tendrá que dar un paso más en esa relación con su Señor y tendrá que entregarle lo más amado que “tiene”, su hijo.
Reconocer que Dios es el Señor, implica que las criaturas no son dioses, ni siquiera las más buenas y queridas. Abraham tendrá que dar un paso más en esa relación con su Señor y tendrá que entregarle lo más amado que “tiene”, su hijo.